Chicas, hay Cucho para todas !

Friday, November 11, 2005

Buscando una definición

Amigos, estoy buscando una definición, de esas que no están en ningún diccionario ni tampoco en las enciclopedias.

Resulta que en pleno corazón de Québec, más precisamente en el lugar donde trabajo, el rumano es la lengua no canadiense más hablada (son muchos los rumanos que trabajan en el sector) y luego seguimos los hispanoparlantes. Somos tres: un muchacho de Misiones, una colombiana y quien les habla. Por supuesto que vamos juntos a todos lados, como los tres mosqueteros, como las carabelas de Colón, como las trillizas de oro.

Si de seguridad se trata, cuando estamos en el sector trabajando con dinero (es mucho el dinero que se maneja allí) solo está permitido hablar en francés. Para evitar “códigos”, al menos eso dicen. Los rumanos lo cumplen casi siempre, yo hago el intento de cumplirlo casi siempre (incluso cuando Claudia o Roberto me hablan en español), pero ellos son dos zarpados que entre ellos solo hablan en español, en voz alta y riéndose.

Una noche ellos estaban trabajando juntos, y yo a unos pocos metros. Por supuesto que hablaban en español como si fuese la cosa más natural del mundo. Pero claro, al lado de Claudia estaba una de las damas longevas del sector y empezó “Claudia ¿estás hablando en español? En la cafetería o en la calle hablá como quieras, pero acá solo se habla francés y eso ya te lo expliqué durante tu formación”. En eso pasó mi supervisora favorita (Roxanne) y la vieja le fue con el chisme de que estos dos estaban hablando en español mientras trabajaban con dinero, para que se coman una buena cagada a pedos.

Salimos al primer descanso, fuimos los tres juntos a la cafetería (como los tres mosqueteros, como las carabelas de Colón, como las trillizas de oro) y fue inevitable comentar el incidente de la vieja botona. Roberto, notablemente molesto, sentenció con “ES UNA VIEJA CHOTA”. La colombiana se quedó mirando y preguntó ¿qué es una vieja chota? Y ahí es donde con el flaco nos miramos, como diciendo “no es ni más ni menos que eso; una vieja chota es una vieja chota.”

Entonces amigos ¿me ayudan a armar una definición de vieja chota? A ver. Requisitos: edad avanzada, menopausia, falta de sexo, maldad solo pa’joder sin buscar un beneficio personal. Actitudes molestas para con los demás, placer por el chismerío, tratar mal a todos, herir sentimientos ¿qué más?

A ver si entre todos armamos una buena definición, y la publicamos en Encarta, el Espasa Calpe y la Enciclopedia Británica.

Friday, November 04, 2005

Mudanza del sector – Diferencia cultural

Cuando en junio me postulé para empezar a trabajar en el banco, me advirtieron que iba a trabajar en Square Victoria (lugar muy céntrico con salida del subte directa al lobby del banco) pero que antes de fin de año mi sector sería transferido a Lasalle (algo así como Olivos, fashion pero a trasmano para ir a trabajar). Planificar con tiempo, así lo llaman.

Durante los meses que llevo trabajando allí hubo varias reuniones informativas: ya pusieron los pisos, ya instalaron las alarmas, están testeando los sistemas, ya probaron la calefacción, etc.

Y el día llegó. Hoy 4 de noviembre a las 6:00 AM terminó mi última guardia en la torre de Square Victoria, viernes y sábado trabajará solo el equipo de mudanza, y sábado 5 a la noche tomaré mi primera guardia en el flamante edificio de Lasalle.

Pero claro, yo vengo de ARGENTINA. A lo largo de once años trabajados en la misma empresa cambié de oficina y/o edificio y/o escritorio al menos una docena de veces. Por eso para mí lo único que cambiaba era el camino de casa al banco y del banco a casa. Pero no. Llegué a tomar mi guardia a las 10:00 PM del jueves y las damas longevas del sector en lugar de ofrecerme su mal humor habitual me recibieron con una hermosa sonrisa y un “Buenas noches Sebastián, servite donas que hoy estamos de festejo” (léase, las viejas del sector compraron facturas!). De doce a doce y cuarto tomé mi primera pausa y al volver estaba el gerente general del banco, y en equipo con mi gerente ofrecía champagne con jugo de naranja y muffins. La tesorera repartía caramelos. Y la gente lloraba emocionada.

¿Qué pasó acá? Luego entendí. Estaban transfiriendo a un sector que funcionó en la torre del banco nacional durante 25 años. Hay gente en mi sector con 20 años de antigüedad que trabajó siempre allí. Para una señora con 15 años de servicio, este es el único lugar donde trabajó en toda su vida. Empezaron los brindis, los discursos y las anécdotas. Nos entregaron una tarjetita con el número de teléfono de info-mudanza donde podemos llamar viernes y sábado para escuchar las novedades y el avance del proyecto. Y al final de la guardia un “Chau, nos vemos en Lasalle” con una sonrisa de mi gerente llena de expectativas.

Con este relato no quiero llegar a ninguna conclusión en especial. Sólo quiero compartir cómo me sorprendo día a día con las diferencias de cultura.